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miércoles, 13 de octubre de 2010

Instantáneas

Ahora hacer fotos se ha banalizado, antes tomarse una fotografía era todo un acontecimiento, las mejores galas, expresión adusta y solemne... Hoy en día, que cualquiera tiene una minicámara digital en el bolsillo, esto ni se le aproxima remotamente, salvo en acontecimientos familiares como bodas, bautizos... que sabemos que esas fotos son más importantes. Ahora, apenas se imprimen fotos, y las que se imprimen se guardan con mimo y cuidado  como oro en paño, apenas unos momentos congelados de todos los que se vivieron.

Porque las fotos sustituyen cada vez más a la memoria reciente, no hay más que ver el éxito de la red social llamada Tuenti, en ella vamos colgando las fotos de fines de semana, viajes... y a golpe de click tenemos años resumidos en fotografías, en momentos congelados...
Una manera de no olvidar cada momento feliz pasado en compañía de aquellos que quieres o quisistes en su momento, después lo extremo es el caso de los que usan las fotos a modo de crónica de lo que hicieron la noche anterior porque no se acuerdan debido a los excesos varios cometidos, grave a mi juicio.

Yo tengo una política distinta a la hora de hacer fotos, si hay algo bonito que ver, le haré una foto, o quizás no y tan sólo me deleite en su contemplación, impregnándome, empapándome en ello, fijándolo a mi memoria para recrearme en ello siempre que quiera, a veces los mejores instantes son los que no se capturan, los que flotan como pompas de jabón, efímeros y frágiles pero bellos en su delicadeza... Además, a veces, se hacen fotos de las que te arrepentirás, porque recordarás lo malo que se capturó en esa foto y te enfadarás cada vez que la veas, mientras que si no hubiese foto, tu memoria se encargaría de limar las aristas y dejar un recuerdo suaaave, suave como un cristal traído por la marea.

En fin, que abusamos de las fotos porque aspiramos a lo imposible, que es preservar instantes de tiempo congelado, algo a todas luces imposible mientras el tiempo siga siendo ese flujo invisible e imparable que con su fluir se lleva nuestras vidas...
Un saludo de alguien que prefiere los cristales traídos por la marea.

7 comentarios:

  1. ¡¡¡Y qué razón llevas en todo tu "artículo"!!!
    Cuantos recuerdos pasan a ser !esclavos" de una máquina y no de un corazón puro y sensible.
    No dejes NUNCA de escribir, porque vales, y esto... demuestra mucho de tí y tu sensibilidad para con la escritura, los sentimientos y la realidad.
    Enhorabuena

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  2. Es verdad que lo que mejor tenemos son los recuerdos, volver a ellos cuando nos apetezca.
    No obstante, yo soy una que va siempre con la cámara, me gusta hacer fotos de lo que me llama la atención pero sobre todo de aquello que tiene explosión de colores, me gusta coleccionar imágenes de colores.

    Saludos

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  3. Es normal que se hagan fotos de lo que llama nuestra atención, pero yo me refiero más bien a un uso desmesurado, en el que lo importante es hacer una foto y no vives la experiencia en sí, no sé si me sé explicar...

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  4. Sí, te entiendo. A lo mejor estás nada más que sacando fotos por ejemplo a un paisaje y no te paras ni cinco minutos a mirarlo, a escuchar, a sentir... y que aunque hallas sacado la foto, realmente es com si no hubieras estado allí.

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  5. A eso es a lo que me refiero exactamente :)

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