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domingo, 6 de noviembre de 2011

De Ratones y Hombres (I)

Bueno bloggers hoy voy a compartir algo un poco especial, sólo os diré que es un relato y que tiene algo especial que os reto a que averigüéis. Ahí va la primera parte:


Érase que se eran unos niños bastante normales; sueños, juegos, rabietas, casas y padres. Pero eran tiempos duros en la ciudad de Hamlet, nadie se preocupaba apenas de nadie. Habían sido recluidos “por su propia seguridad” en ciudades-burbujas, autosuficientes e independientes unas de otras, y los adultos las dirigían desde sus potentes computadores. El problema residía en que tenían el alma fría; vivían por y para sus ordenadores, y sus hijos (que debiesen ser su más preciada posesión), no eran más que un estorbo que pedía atención y alimento.
Los niños vivían muy tristes y aburridos, se veían destinados a vivir sumergidos en las pantallas de cristal líquido (como sus padres) y se negaban; tomaron la decisión de destruir los computadores desactivando las murallas de la ciudad, dejando así entrar a los ‘mousebots’, experimentos cibernéticos malogrados que se autorreplicaban y habitaban en agujeros fuera de las murallas de las ciudades esperando cualquier oportunidad para entrar y alimentarse en condiciones con electricidad de verdad y no con baterías gastadas que iban a parar hasta sus ratoneras de cuando en cuando.
Usando sus minicomputadores conjuntamente, los niños fundieron los chips de defensa y la muralla quedó abierta, y en apenas media hora los ‘mousebots’ habían destruido la mayor parte de los ordenadores, quedando los progenitores desconcertados fuera de su cómodo mundo virtual. Como último recurso, el Consejo de Prohombres Regente, lanzó una llamada de socorro ofreciendo recompensa a la ciber-esfera esperando que alguien respondiese; y acudió a la llamada un joven hacker, que prometió deshacerse de los ‘mousebots’  mediante la emisión de ondas electromagnéticas de una determinada frecuencia que dañarían a los ‘mousebots’ y repelería hasta fuera de la ciudad para restablecer el suministro de energía y reactivar las defensas.
El plan es un éxito rotundo y la normalidad vuelve, pero, los Prohombres deniegan la recompensa por avaricia. El hacker es testigo del abandono de los niños y al mismo tiempo de su soledad al llevar rompiendo tanto tiempo tanto los esquemas reales como virtuales, metafórica y literalmente...


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