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lunes, 26 de noviembre de 2012

Valientes


No hay mayor valentía que amar a pecho descubierto, saber que alguien tiene todo el poder del mundo en sus manos para romperte en dos y confiar en que no lo hará. 
Es por ello que se busca a quien sea valiente y no tenga miedo de apostar a caballo ganador, la cobardía y el miedo (parecidos pero no iguales) son cosas que no deseo compartir en mi vida. 
Demostrad que merece la pena apostar por vosotras como mujeres, no como polvos de una noche y desmontaré mi armadura para que veais mejor mi corazón. Latiendo repleto de sentimientos y emociones. 
Entonces confiaré en que no se disparará la pistola con la que en realidad se está jugando a la ruleta rusa, porque no será la bala del miedo la que rompa la carne, ni será la cobardía la que apriete el gatillo a la chita callando...




                                                         Decidme pues, ¿sois valientes?

jueves, 15 de noviembre de 2012

Situaciones típico/tópicas del homosexual (I)

Este post he decidido dedicárselo a esas situaciones en las que el/la homosexual (recordemos: persona que se siente atraída hacia personas del mismo sexo) se siente o se puede llegar a sentir bastante violent@ por el mero hecho de ser homosexual. He decidido dedicárselo porque me parecen sencillamente hilarantes, habrá una mayor incidencia en los lésbicos por razones obvias.

Número 1: Cena de Navidad o "reunión estilo clan gitano", uno se sienta a una mesa que bien puede estar llena de perfectos desconocidos con los que sabes que compartes sangre y mesa (mínimo) esa vez al año, pero que jamás se tomaron la molestia de tomarte en serio; o bien de perfectos conocidos que saben qué palos se han o no de tocar. A excepción del despistad@ o del que se hace el despistad@ del que caerá y seguirá cayendo por los siglos de los siglos la fatídica pregunta de: «Bueno ¿y tienes novio/a?». Pueden darse entonces dos situaciones:
 a) Eres lesbiana/gay/bi y tienes pareja de tu mismo sexo 
 b) Eres soltero 
Es indiferente: te pondrás de mil colores, notarás un calor que afluye a tu cara, te quedarás sin saliva... y sin saber qué responder si estás más dentro del armario que el león de Narnia. Y si estás con un pie fuera seguirás sin saber qué responder por el más que posible aluvión de preguntas tanto si confirmas como si niegas. Es de las peores situaciones en las que uno se ve envuelto porque digas lo que digas es muy probable que la cagues, nada como un primo pequeño o mascota para ir a achucharlo efusivamente y eludir arteramente la pregunta.

Número 2: El machote despechado o «Mr. No Conociste un buen tío» (alias  su pene). Hay gente que no sabe aceptar un no por respuesta, y si se trata de mujeres (lesbianas o bisexuales) que intentan sacudirse a un moscardón (por plasta) menos. No le cabe en el ego que no te pueda gustar él ni individualmente, ni como representante del género masculino, y por ello emplearán el mejor argumento de todos los tiempos: «Eso es que no has probado una buena polla».

                                                          Uhmmm... Claro que sí, campeón.

La variante terrorífica de este 'pesao' de campeonato es el que te ofrece un trío, y el Freddy Kruegger (te perseguirá en sueños, literalmente) es el que directamente se saca el pene y lo ofrece para dejar patente su aceptación hacia ti y tu novia.  Ahora en serio ¿qué les hace pensar que dos mujeres que se acuestan juntas les 'necesitan'? Nunca lo comprenderé. No hay salida más honrosa que mandarles a freír monas, salir por patas (según la situación del Kruegger de turno y cómo pinte) o ignorarles olímpicamente. Esa la benigna. La maligna es herir de muerte su orgullo masculino para que se retiren con el rabo entre las piernas (literalmente).